Fuerza a raudales, groove, bases rítmicas bestiales e impecables, brutales riffs, juegos de voces, todo ello sin descuidar la melodía, hacen de este disco un verdadero compendio de situaciones para el oyente, en el que el metal extremo puede ser agradable hasta para el público que no se sienta seguidor de este género.
La tormenta y cánticos de voces infantiles en 'Dark Playground' nos va poniendo en sobreaviso de esa atmósfera sobrecogedora y no exenta de oscuridad que se vive en este disco, continuando como un trueno con fuerza y garra, el temazo 'The Bogyeman' en el que no solo los duros riffs y la velocidad están presentes, pues nos presenta un genial cambio de ritmo a mitad del tema con voces más suaves y limpias que incluso nos susurran apoyadas sobre una bonita melodía guitarrera, antes de volver a la contundencia.
He utilizado antes la definición "voces más suaves", pues la voz que predomina y que da la identidad a la banda son los definidos guturales de Victor Camargo, que imprimen fuerza y agresividad.
De nuevo la contundencia en unos machacones riffs se hace patente en 'Deceit and Letdown' con un original final donde el tema se va apagando poco a poco en una variación del tempo de más a menos. 'No Redemption' reune muchos matices, es oscura, tiene garra y sin embargo no abandona la melodía tanto en su estribillo como en los coros y su solo de guitarra, como ocurre tambien en el siguiente corte 'Frozen Inside', aunque con un solo más dinámico.
Brutalidad y contundencia una vez más, incluso con algún matiz épico en 'A Drill In Your Brain'. Una bonita intro de voz de nuevo más limpia y susurros apoyados en el bajo, abren 'Until My Last Breath', donde de nuevo juega un poco la épica en sus buenos y nítidos coros del estribillo y donde incluso su genial solo deja caer gotas de feeling.
'Broken Lives' contiene todo lo que reseñaba al comienzo pues une fuerza, melodía, dinamismo, brutalidad, suavidad, un enorme solo de guitarra (el que más me ha gustado), toda esa variedad dentro del mismo tema que hará, como dije, que sea agradable para todos los oidos amantes del buen metal, sea del género o subgénero que sea.
El tramo final se compone del tema homónimo al disco 'Where The Gods Fall' cargado de garra, potencia y rabia, como antesala al cierre del disco con 'The Plague' con un raudo y brutal movimiento de baquetas, tema que de nuevo y tras la escucha de sus nueve predecesores, tampoco te dejará indiferente.
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