Procedente de Barcelona, KILMARA lanzaba el pasado año su tercer trabajo bajo el título de 'Love Songs and Other Nightmares', probablemte su álbum más heavy, compuesto por 12 temas y editado por
Sony Music, un buen trabajo que certifica la creciente carrera de esta banda y que les puede ir abriendo un importante hueco en el mercado internacional.
Como habia comentado el Heavy metal es el estandarte del disco, pero aunque esta sea la esencia de sus composiciones, podemos descubrir diferentes matices en sus canciones.
El disco lo abre un verdadero trallazo de Heavy metal de la vieja escuela llamado
'Fantasy', y aunque el guitarrista de la banda John Portillo señaló que las referencias en este trabajo iban por caminos distintos que en los anteriores, a mi particularmente sus riffs me siguen recordando a Maiden, como el tremendo solo de dos guitarras en la misma onda de los británicos. La combinación de una voz rítmica y limpia de Christian Wolfgang con los guturales de la invitada Pilar Villatovas (Resilence), le da a este tema mucha garra y fuerza.
'The Devil's Eye' y 'The Break Up' continuan por el mismo camino, encontrándonos en este último un melódico estribillo.
Continua
'Cold Rain' construida sobre una base sólida y potente, con riffs pesados y con un pegadizo estribillo. En esta ocasión Christian canta las estrofas de una forma más pausada como si de una narración se tratase.
'Believe' comienza más suave que las anteriores y muestra menos dureza, el cantante hace gala del buen feeling en su voz, al igual que las guitarras...Temazo!
El clásico Heavy metal, seña de identidad de KILMARA, vuelve a relucir en 'Nothing To Me' y 'Usual Strangers', antes de que 'Alpha' nos acerque a otro terreno, pues se trata de una composición más folk en la que aparece el violin de Kaleb (Drakum) y escuchamos unos coros muy vikingos, aunque el solo de guitarra sigue siendo bastante heavy.
'Insomnia' nos enseña como la falta de sueño te hace a veces oir voces delirantes y como la que nos presentan antes del solo, que parece incluso estar falta de cordura.
En 'Play To Win' vuelve el estribillo pegadizo que gusta tatarear y concluye el disco con 'Time Files' donde luce el piano en una bonita balada muy bien interpretada por el vocalista y con un maravilloso solo donde se demuestra
que la guitarra no es solo virtuosismo cuando técnica y feeling se unen. El alemán y el castellano se fusionan en este mismo tema en forma de bonus track.